TECATE B. C.- Se veía tan tranquilo
que pareciera que nada pasaba en el. Mire rostros que proyectaban una ligera y
sutil doble personalidad. Sonreían queriendo ocultar alguna pena o tristeza
pero que sus ojos no lograban disimular.
Pensé esa es mi gente y la quiero, la respeto porque al igual
que yo llevan a cuestas el peso de una vida que quizás o por alguna razón ajena
sobrepasa en peso de lo que no debiera ser. Y ahí estaban compartiendo conmigo
lo que no cuesta pero que tiene un gran valor, el tiempo. Tiempo para ser
escuchados.
Algunas palmadas en la espalda son tan reconfortantes que
superan a cualesquier pócima, ungüento o medicina pues alcanzan el alma
reconfortando a los seres que necesitan una palabra de aliento, esa simple
palmadita.
Platique con ellos y las sonrisas se desbordaron destellando el
ambiente y era una sola luz unida con un solo objetivo, vivir ese mágico
momento donde el pasado no tenia ninguna importancia y el futuro se minimizaba
solo el presente era lo real lo realmente importante.
Seguí mi camino y me tope con uno de ELLOS el me conocía muy
bien y me incito a desistir la batalla y argumento debilidades de mis guerreros
y las mías y engrandeció las virtudes de ELLOS su magnifica estructura su
disciplina para el combate su experiencia en el poder.
La verdad no entre en polémica con él y lo deje ser pues no
quería que pensara que soy un testarudo pues en verdad a él lo considero un
amigo pero algo le debe a ELLOS y fui discreto y respete sus puntos de vista
hablo un largo rato hasta que vio en mi la falta de interés y se fue.
Una vez a solas pensé cuantos de ELLOS me apoyan en esta batalla
pero les cuesta desprenderse de ELLOS. Sé que conforme pase el tiempo de
batalla se irán desprendiendo poco a poco como cuando el viento desmorona una
escultura de arena y se une a la arena de la playa.
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