Por: Pedro Martínez
Serrano
En Baja California
la disputa por las presidencias municipales de Tijuana y Mexicali, ha tomado un
tono de vaciliada de mal gusto, y es nada menos que el Partido Revolucionario
Institucional (PRI), el que se ha colocado como patiño para facilitar las cosas
al de la Acción Nacional y a sus abanderados; los candidatos registrados a la
alcaldía de ambas ciudades, René Mendivil y el locutor Antonio
Magaña, respectivamente, fueron colocados para perder. No tienen ninguna
posibilidad de triunfo.
En el primero de
los casos, en Tijuana, René Mendivil está dedicado a hacer
alcancía y guardar cuantos apoyo$ le acerquen. Sabe que luego del 5 de junio, va
a ocupar dinero y, por eso, lo que le están inyectando sus amigos degaseras, gasolineras y
toda esa fauna de empresarios que se dedican a robar a los bajacalifornianos,
con la complicidad de la Profeco, lo está ahorrando.
El diputado local
con licencia y ex gato del embajador de México en Argentina, Fernando
Castro Trenti, pero también uno de los preferidos del
casinero Jorge Hank Rhon, sabe que fue registrado para perder, para
levantarle la mano a Juan Manuel Gastélum Buenrostro, candidato
de Acción Nacional, el sujeto corrupto, ladrón y traicionero que impuso como
contendiente, el mismísimo gobernador Kiko Vega.
Por lo anterior,
es que se tuvo que inclinar; aceptó hincarse ante quien fuera necesario, con
tal de ser candidato. Sabe que el trabajo le redituará de menos un millón de
dólares, a condición de dejar hacer y dejar pasar a los candidatos a regidores.
Precisamente fue
lo que hizo, se inclinó, se arrodilló ante el corrupto y tramposo dirigente de
la CTM en Baja California y dueño del periódico El Mexicano, Eligio
Valencia Roque, a quien le permitió imponer en la primera regiduría a su
hijo, Eligio (Valencia López) Tercero (o cuarto, porque tiene
varios fuera del corral y a todos les gusta marcarlos con su nombre). Dejó que
se pisoteara la ley y la legalidad, a condición de complacer al viejo
cetemista.
Así como va el
niño Eligio en la fórmula priísta que contiende por el
ayuntamiento de Tijuana, van también un grupo de juniors parásitos impuestos en
las candidaturas, hasta por la sirvienta del presidente del
PRI en Baja California, el imbécil (RAE: tonto o falto de inteligencia), Jaime
Chris López Alvarado, ese sujeto vividor, hijo de papi y nene consentido
de Manlio Fabio Beltrones y socio de su padre, cuyo único
mérito, es ser ahijado del dirigente nacional del PRI.
Del tal Eligio,
me hicieron llegar una copia de su acta de nacimiento mexicana, cuando
todos sabemos que nació en Estados Unidos y nunca solicitó la doble
nacionalidad, lo que le va a explotar en la cara al tramposo y corrupto que lo
impuso en la candidatura, su padre, Eligio Valencia Roque.
Tan mal andan las
cosas en el PRI en Baja California, que las decisiones las toma el presunto
pederasta y violador, Ariel Lizárraga Montero que despacha
como gurú del inútil presidente estatal del tricolor, Jaime Chris (si
al aumento del IVA fronterizo) López Alvarado.
Pues fue
precisamente Ariel Lizárraga, quien se encargó de imponer en la
candidatura a la presidencia municipal de Mexicali, al locutor y sedicente
periodista Antonio Magaña.
En el caso de
Mexicali, Ariel impuso como candidato a Magaña, a
condición de que los recursos oficiales destinados para la campaña, le sean
entregados para echarlos a su maleta de ahorros y, a su vez, el locutor, pase
la charola y haga lo suyo.
Pura porquería
pues en el priísmo, hoy en manos de cualquiera, menos de quien debería decidir
lo que se debe o no hacer, porque él, el presidente, se dedica a lo suyo, a
hacer negocios con el gobernador Francisco Vega y cuidarle
negocios de su papá, Velio López y de su niño, Manlio
Fabio Beltrones.
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