LA RISA DEL GOBERNADOR KICO VEGA

Por: Arturo Ruiz. El Súper Cívico.

La risa es uno de los gestos más maravillosos del ser humano, alegra al que ve la sonrisa de otro, la risa abierta se contagia y una risa franca es vista como gesto de satisfacción

Eso lo entiendo, pero hay algunas risas que a mí me molestan. Como las risas de los funcionarios de alto nivel, en eventos en donde se tratan temas trascendentes para el país en materias económicas, de seguridad, de educación, de salud y de combate a la pobreza. Temas que están lastimando a nuestra sociedad y a nuestra nación. Por eso me molestan, no entiendo de que se ríen porque este país y esta entidad no están funcionando.

Me enojan esas risas porque tenemos problemas y ellos muy campantes en medio de los destrozos que lesionan a nuestra economía, a la educación, a la salud y porque el número de muertes violentas se incrementan día a día, hora tras hora, como si los mensajeros de la muerte corrieran a galope sin que nadie los detenga elevando la macabra cifra de muertos. Y mientras tanto, como testigos mudos, millones de familias pobres solo alcanzan a tratar de soñar en una vida mejor, mientras la realidad los tunde por todos los flancos.

Por eso no me gustan las sonrisas de los gobernantes, deberían sonreír menos y trabajar más, deberían reír menos y preocuparse más por el destino de sus gobernados.
Y en nuestra Baja California yo veo al Gobernador muy sonriente. Y vale preguntarnos como seres pensantes, como ciudadanos que somos realmente los patrones de Kico Vega y de su gabinete: ¿De qué se ríe el Gobernador?
¿Se ríe acaso de los centenares de muertes violentas en los que va de su trienio? ¿Su sonrisa de satisfacción es acaso por el Incremento de la pobreza en Baja California? ¿Sus francas carcajadas son por la deuda que socarronamente regatea a la UABC?

No los sé, pero si quiero compartir con usted que creo que el estado que guarda nuestra entidad en materia de desarrollo social, de impulso al crecimiento económico y de inseguridad, no es como para festejar o reír a plenitud.
Quizá, si vemos con objetividad, tendremos que reconocer que existe un incremento en la pobreza y una reducción del poder adquisitivo del salario de los trabajadores. Y por tanto, estaremos de acuerdo quienes no sonreímos a plenitud como el gobernador, porque no estamos satisfechos con los resultados de este gobierno a tres años de haber iniciado.

¿Por qué no tenemos respuestas claras respecto a los señalamientos públicos de actos de corrupción de personas muy cercanas al gobernador? En este sentido, no sé si vaya a seguir sonriendo Kico y sus allegados, con la información que trascendió en el ámbito nacional de que Francisco Vega ya es investigado sobre 60 supuestas propiedades, algunas adquiridas a partir de 2013, que inició su gobierno. Además, de acuerdo con el Diario MILENIO, entre estas propiedades destacan dos desarrollos: uno inmobiliario y otro turístico en el mismo estado. Y en el paquete se revisa la propiedad y origen de las casas de empeño Baja California.

Y mientras tanto, el órgano de control no dice nada ante las denuncias públicas que presumen actos de corrupción del gobernador y de sus funcionarios más allegados. Por el contrario, este órgano de contraloría enmudece y eso no ayuda mucho a la transparencia. Ni se corresponde con el slogan de su partido en el ámbito nacional de acabar con la corrupción.

Ah… lo olvidaba, quizá la causa de la Risa de Kico es por haber adquirido un avión para su uso como gobernador con un costo superior a los 700 mil dólares, mientras a sector de la Cultura y al apoyo a migrantes se les recortan sus presupuestos.

¿O USTED SABE DE QUE SE RÍE EL GOBERNADOR?