Columna de análisis
social, cultural, político y económico.
Mamotreto que refleja
la mal calibrada visión personal de su chiflado y obnubilado autor.
Allá usted si lo toma
en serio.
Año II, Tomo II,
Época II, Edición del 23 de octubre de 2017, No. 137.
Malos augurios para 2018.
Nos desayunamos hoy lunes con varias noticias
a cual más desalentadoras. La primera, que el Trife -Tribunal Federal
Electoral-, en uno más de sus aberrantes fallos, permitiría al PRI -y por ende,
a todos los partidos- en la eventualidad de haberse excedido del máximo del 5 %
en sus gastos de campaña, "pulverizar " el exceso entre los que sean
imputables a su candidato principal, repartiéndose entre todos los demás
patitos, esto es, en el caso de un candidato a gobernador, a ser desparramados
entre todos los demás, léase a presidentes municipales, diputados y senadores,
etc., con lo que, de casualidad, se esfumó una de las causales principales para
la anulación de la amañada elección de Coahuila, en la que Moreira II, demostró
lo bien que le cuajan los quesos, muy al estilo de los que se están oreando
recientemente en el Estado de México. Para ti, avispado lector o aguzada
lectora, no te tomará por sorpresa imaginar que el TRIFE malhadado, nos está
anticipando cómo se las piensa gastar para La Grande. La otra es la noticia del
cómo el PRI piensa "escoger" a su candidato, como si alguna vez lo
hubieran hecho de otro modo, desde los tiempos del "Jefe Máximo" Don
Plutarco Elías Calles, en el que el "dedazo" y el "tapado"
quedaron institucionalizados. Que el PRI elija a su abanderado por consulta
directa a su militancia, es algo más remoto que el viaje de mi abuelita a
Marte. No. En definitiva, ese Partido está -de nacimiento- negado, no digamos a
la democracia, sino a su mero remedo. La reunión de sus "delegados"
solo irán a un "show" ya orquestado y, cuando mucho,
"validarán" una decisión ya -desde ahora- tomada. O sea, el
"dedazo" en su más prístino y tradicional ropaje tricolor. Todo esto,
indicando el retroceso democrático de los últimos dieciocho años. Si añade
usted la noticia de que el titular de la FEPADE, -Fiscalía Especial Para la
Atención de Delitos Electorales., Dr. Santiago Nieto, fue cesado de manera
fulminante por el actual Encargado de la PGR, tras haber informado a la Prensa
que había abierto una carpeta de investigación, para averiguar si parte de los
diez millones de dólares que los ahora canarios de Odebrecht alegan haber
entregado a don Emilio Lozoya, ex director de PEMEX y, en especial, los cerca
de tres y medio millones de dólares que, se alega, pudo haber recibido cuando
aún era gestor internacional de la campaña de Enrique Peña Nieto. ¡Vaya usted a
saber! Pues sí, le costó la chamba, en la que lo propuso el Senado en el 2015.
Ahora, los Senadores de oposición tratarán de reinstalarlo, con la esperanza de
que en México -por fin- se abra una investigación sobre los alcances
corruptores de la brasileña Odebrecht y sus tentáculos. ¿Cuál cree usted que
sea el final de este sainete? Las esperanzas de iniciar la lucha contra la
lacerante corrupción depende de ello, so pena de seguir de mal en peor por los
siguientes seis años, cuando menos. Vale.
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