Seguridad Electrónica

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Su seguridad para nosotros es cosa seria

viernes, 1 de diciembre de 2017

PÓLEMOS: NUBES DE BORRASCA


Columna de análisis social, cultural, político y económico.
Mamotreto gaceteril de simple expresión personal de su autor.
Ruego a mis siete sufridos amigos y lectores no tomar muy en serio mis testarudeces y confiar mil veces más en su propio cacumen.
Conste.

Año II, Tomo II, Época II, Edición del 30 de noviembre de 2017, No. 175.

NUBES DE BORRASCA

Negros nubarrones se perciben en el horizonte de Jauja, donde vivimos. Hoy, desde mi limitada ventana hacia el mundo, pude observar que en la Cámara de Diputados jaujianos, la Comisión de Gobernación habría de analizar el Proyecto de Ley que se proponía legislar sobre "Seguridad Interior", con la que se intentaría dar certeza y marco jurídico a la participación de nuestras fuerzas armadas -admirables en muchos sentidos- pero que, en esencia, no están diseñadas para la investigación, prevención o punición de delitos, ni para patrullar en las calles o intervenir como muros de contención contra manifestaciones o protestas de la población civil, inerme ante el imponente aparato castrense -de todos nuestros respetos- ya que su misión constitucional, clarísima, está encaminada a la Seguridad Nacional -protección de nuestras costas, litorales, fronteras, territorio y espacio aéreo- y no a labores policiacas. Más aún. La misma Constitución de los Estados Unidos Jaujianos prevé que, en casos excepcionales, hecha la declaración de suspensión de las garantías individuales -disturbios graves, guerra civil, por ejemplo- se pudiera ordenar a las fuerzas armadas su intervención en un tiempo y lugar precisos y sólo mientras la situación lo ameritase. En cambio, la nueva Ley de Seguridad -que pasará al pleno de la Cámara hoy mismo, vía "fast track"- tiene todos los visos de una claudicación del mando civil y un tácito reconocimiento de la supina incapacidad del gobierno para brindar seguridad a su población o peor aún, un perverso "compló" para utilizar a las fuerzas castrenses como parte del proyecto de control de daños políticos -dado el fracaso del grupo
Atracomucho- en vista al próximo año electoral. Vaya usted a saber. Luego, si en el pleno ocurre lo mismo que en la comisión, se hará caso omiso al pedido de la Comisión Nacional de los Derechos humanos, ni al llamado de once Organismos Internacionales, incluida la ONU para que tal Ley no se aprobase, previendo un deterioro creciente de los Derechos Humanos y el riesgo de la paulatina militarización de nuestro Cuerno de la Abundancia. Seguramente exageran esos extranjeros ¿o no es así? Desde luego, se prevén largos juicios por la evidente inconstitucionalidad de esta Ley, pero todo eso llevará tiempo y mientras tanto, las discrecionalidades del Ejecutivo Jaujiano, podrá -en año electoral- hacer intervenir a las fuerzas armadas en cualquier lado, sin consultar a los Gobernadores ni a los Congresos locales. Se antoja la primera pregunta idiota ¿No se vulnera con esto el pacto federal y la soberanía de los estados que integran la Federación? Si se ofrece, cabe una segunda pregunta imbécil. Cuando el anunciado
litigio llegue a la Suprema Corte Jaujiana ¿Cuál cree usted que será el fallo? Este obtuso autor solo puede encomendarse a todas las cortes celestiales, porque el chubasco que viene, trae tifones y tornados aparejados. ¡"Tan bien que íbamos!" dijo el de la panguita, cuando empezó a inundarse. Viejo dicho de los paceños. Si me permiten una tercera pregunta melolenga ¿Adivina usted qué partido impulsó la Ley de Marras? ¡Con su respuesta queda dicho todo! Vale.

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