Por: Arturo
Ruiz, El Súper Cívico.
La aparición de
nombres en las candidaturas de MORENA de personas disímbolas por el origen
político o ideológico, se sintió como una sacudida que cimbro a más de uno de
dentro y de fuera de la alianza que conforman la alianza del PT, PES y MORENA.
Panistas,
priistas, perredistas, actores, políticos de viejo cuño, científicos,
académicos, juristas y demás personalidades se asemejan a un abanico
multicolor, a una amalgama de materias distintas fusionadas con un fin
específico.
Hubo
gritos, desgarraduras de togas, de hábitos y de almas. Afloro el desconcierto,
sobre todo en sectores que provienen de la izquierda.
Esa lista
de personas enfiladas a ocupar un cargo de elección popular en torno a la
candidatura presidencial de AMLO, les resulta incomprensible a quienes ven a
Andrés Manuel López Obrador como un hombre de izquierda… Pero no lo es. Nunca
lo ha sido.
Andrés
Manuel es un político honesto, es un hombre perseverante que tiene su basamento
ideológico en las garantías constitucionales y en un nacionalismo juarista, su
ideario se asemeja más a los Sentimientos de la Nación de Don José María
Morelos y Pavón que a los postulados de los Hermanos Flores Magón.
Y creo
honestamente, que Andrés Manuel busca más la restauración de una Republica
Nacionalista apegada a Derecho, que la instauración de un modelo de gobierno
socialista. Y con la integración de estos personajes, eso queda más en claro.
AMLO está
acumulando fuerzas para ganar, está tejiendo alianzas para conformar un
gobierno incluyente y para ello envía mensajes claros, de que no está buscando
ni acabar, con la empresa ni la propiedad privada, ni entregando la nación al
bloque internacional socialista, ni pretende a su llegada al poder, ejecutar
una noche de cuchillos largos para aniquilar a sus adversarios políticos.
Andrés
Manuel quiere gobernar este país para limpiarlo de la corrupción, quiere que la
constitución y las leyes se cumplan, quiere fortalecer la economía de mercado
interno, pretende si, un gobierno austero que le sirva a la gente tal como lo
marca la Constitución y que ésta se cumpla a cabalidad, como lo que es: Un
Contrato Social y Político entre Gobierno y Gobernados.
López
Obrador no es ingenuo, sabe que para gobernar necesita dar un golpe de timón,
pero que necesita hacerlo dando seguridad de que no ahuyentará ni la inversión
extranjera ni la participación de la iniciativa privada en la vida económica
nacional, pero que lo hará con nuevas reglas en donde lo primordial es acabar
con los corruptos y los corruptores.
Su visión,
es levantar al pueblo con base a la educacion, la salud y el empleo… así de
sencillo.
Una
premisa que nunca debió perderse, para evitar la injusta distribución de la
riqueza que ha generado la concentración de dicha riqueza en muy pocas
personas, y que ha provocado el crecimiento masivo de la pobreza.
Veo en
Andrés Manuel López Obrador, a un Estadista que sabe que necesita aliados no
solo en los empresarios, sino también en los trabajadores sindicalizados y que
para ello necesita garantizarles espacios de representación.
En lo que
parece ser una visión de articulación entre Ejecutivo y Legislativo, AMLO y su
equipo central, pretenden devolverles poder a los distintos sectores sociales,
eliminando a una casta política privilegiada que hereda los cargos de elección
popular a sus familiares y socios.
Políticos
de elite, que han atentado contra los trabajadores y sus sindicatos, políticos
pertenecientes a un modelo económico y político de corte neoliberal, que
mediante reformas maquilladas que solo han servido para someter a los
trabajadores y para entregar sin cortapisas ni controles, los recursos
naturales al capital extranjero.
Veo a AMLO
como un Restaurador de la Republica. No como un Presidente Socialista ni de
ruptura.
Creo que
López Obrador será un estadista capaz de alcanzar una renegociación con el
capital privado, pero sin desmantelar al Estado, sino fortaleciéndolo, con base
a un protagonismo que impida el abuso y la postración de los trabajadores, de
los académicos y de los distintos sectores organizados de la sociedad, veo a un
estadista integrador y articulador de demandas y potencialidades.
Así que
aquellos que soñaban que AMLO instauraría un gobierno de izquierda de corte
socialista deben voltear a ver otras opciones… y no veo ninguna de esa
naturaleza, ni en el Bronco, ni en Mary Chuy, ya que esta no plantea tampoco
una lucha de clases a favor del proletariado, no es marxista, como no lo es el
Sub Comandante Marcos.
Ellos
luchan y que bien que lo hagan, por continuar visibilizando a los Pueblos
originarios y a sus culturas, cosmovisiones y necesidades.
Pero lo
hacen sin reconocer que en la actualidad, las naciones o pueblos originarios,
viven desarticulados entre ellos mismos, con conflictos ancestrales entre los
distintos pueblos y peleados, en no pocas ocasiones por territorios o
representaciones políticas.
De ahí que
incluso para los pueblos originarios de México, también se necesita de un
gobierno que respetando su autonomía, les dé acceso a una mejor calidad de vida
y de educación, sin afanes de sumisión, sino respetando su libre
autodeterminación.
En fin,
parece que muchos en este país tendrán que desandar lo andado para abrir un
nuevo sendero.
Unos para
dejar de abusar y enriquecerse con base a la corrupción, otros para tratar de
evitar que se les sancione con base a la ley y la justicia, algunos más para
incorporarse a una nueva forma de gobernar y también los sobrevivientes de la
izquierda mexicana, para acumular fuerzas en la búsqueda de un gobierno socialista.
¿O no?
PD. Entre
más lodo le tiran a AMLO, los priistas, panistas y sus aliados, más se hunden
en el fango al que pertenecen… como porcinos en su chiquero.
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