Columna
de análisis social, cultural, político y económico.
Mamotreto de limitados alcances y pocas luces. Limitado a vertir la obtusa
opinión de su zafio autor, sin pretensiones mayores que la de chacotear cum
animus jocanti, un tanto en broma, con mis siete sufridos amigos y lectores.
Conste.
Lunes 12 de febrero de 2018, No. 241
Lunes 12 de febrero de 2018, No. 241
DE VERGÜENZAS COMPARTIDAS Y OTRAS SALPICADERAS:
Hace menos de un año que Magda
y yo tuvimos la oportunidad de visitar Montevideo, en la República Oriental del
Uruguay. Un verdadero privilegio, de paso hacia el sur del Brasil, concretamente
Caxias do Sul y Foz de Iguazú.
Bendigo el día en que tomamos la decisión de hacerlo.
Ahora, en mis actuales condiciones, nos sería imposible.
En fin.
Que fuimos maravillosamente tratados por nuestros fraternos amigos. Y esto lo digo por los tres lugares que visitamos. Hubiéramos querido continuar, pero ni el tiempo, ni el dinero nos lo permitieron. Pero volvamos al Uruguay.
Hace unos días, una penosa noticia recorrió el mundo entero.
Una lujosa joyería, ubicada en un centro comercial de postín, en las instalaciones de un Hotel de altos vuelos, en el balneario turístico de Punta del Este, fue víctima de un espectacular robo por parte de una docena de asaltantes encapuchados, hecho cubierto ampliamente por todos los medios de comunicación.
Días después, se supo que los asaltantes eran, todos, mexicanos. Además, se detuvo a otra pareja de cómplices, connacionales también. Tenían en su poder parte del botín, que ascendió a más de tres millones de dólares.
Para vergüenzas ajenas no alcanza uno.
Dos de los pillastres incluso se hospedaban en el Hotel de super lujo.
Otro detalle. Tenían casi un mes en ese lugar, es decir, en el Uruguay. Nada barato por cierto.
De lo anterior se deduce que los catorce -hasta ahora- no son gente de pocos recursos. Agregue usted que volar a Montevideo, Sao Paulo o Buenos Aires cuesta más que viajar a Europa.
Tampoco está a la vuelta de la esquina. Desde Tijuana, son cuando menos quince horas en el aire. Así que jodidos, lo que se dice jodidos, no son.
Sorprende además que las autoridades consulares mexicanas, acreditadas, no aclaren quiénes son los perpetradores.
Pero calma. Ya se sabrá. Espero que no sea por WikiLeaks.
A nuestros fraternales anfitriones en Montevideo, les expresamos nuestra pena por semejante estropicio. Esperamos oír la voz de nuestro Embajador en el Uruguay.
Bendigo el día en que tomamos la decisión de hacerlo.
Ahora, en mis actuales condiciones, nos sería imposible.
En fin.
Que fuimos maravillosamente tratados por nuestros fraternos amigos. Y esto lo digo por los tres lugares que visitamos. Hubiéramos querido continuar, pero ni el tiempo, ni el dinero nos lo permitieron. Pero volvamos al Uruguay.
Hace unos días, una penosa noticia recorrió el mundo entero.
Una lujosa joyería, ubicada en un centro comercial de postín, en las instalaciones de un Hotel de altos vuelos, en el balneario turístico de Punta del Este, fue víctima de un espectacular robo por parte de una docena de asaltantes encapuchados, hecho cubierto ampliamente por todos los medios de comunicación.
Días después, se supo que los asaltantes eran, todos, mexicanos. Además, se detuvo a otra pareja de cómplices, connacionales también. Tenían en su poder parte del botín, que ascendió a más de tres millones de dólares.
Para vergüenzas ajenas no alcanza uno.
Dos de los pillastres incluso se hospedaban en el Hotel de super lujo.
Otro detalle. Tenían casi un mes en ese lugar, es decir, en el Uruguay. Nada barato por cierto.
De lo anterior se deduce que los catorce -hasta ahora- no son gente de pocos recursos. Agregue usted que volar a Montevideo, Sao Paulo o Buenos Aires cuesta más que viajar a Europa.
Tampoco está a la vuelta de la esquina. Desde Tijuana, son cuando menos quince horas en el aire. Así que jodidos, lo que se dice jodidos, no son.
Sorprende además que las autoridades consulares mexicanas, acreditadas, no aclaren quiénes son los perpetradores.
Pero calma. Ya se sabrá. Espero que no sea por WikiLeaks.
A nuestros fraternales anfitriones en Montevideo, les expresamos nuestra pena por semejante estropicio. Esperamos oír la voz de nuestro Embajador en el Uruguay.
ARTE: Literatura.
Este 12 de febrero se cumplen 34 años de la muerte en París, del poeta, escritor y profesor argentino Julio Cortázar. Auto exiliado desde 1981 en protesta contra la dictadura militar en su país.
El Presidente de Francia, Francois Mitterrand, le otorgó, ad honorem, la nacionalidad francesa. Su poesía lírica, sus cuentos, novelas y narrativas breves de excelente factura me llevan a recomendarlo ampliamente. Vale.
Este 12 de febrero se cumplen 34 años de la muerte en París, del poeta, escritor y profesor argentino Julio Cortázar. Auto exiliado desde 1981 en protesta contra la dictadura militar en su país.
El Presidente de Francia, Francois Mitterrand, le otorgó, ad honorem, la nacionalidad francesa. Su poesía lírica, sus cuentos, novelas y narrativas breves de excelente factura me llevan a recomendarlo ampliamente. Vale.
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