Por: José Roberto
Vázquez
Por el derecho a la libertad de expresión
La cloaca
que representa el Cabildo del XXII Ayuntamiento, comandado por Nereida Fuentes,
alcaldesa de Tecate, por Gerardo Sosa Minakata, síndico procurador, e
incluyendo a todos los regidores de los diferentes partidos, ha decidido no
mover un dedo para denunciar penalmente a los ex presidentes municipales Javier
Ignacio Urbalejo Cinco y César Moreno González de Castilla, por los actos de
corrupción y probables peculados en los cuales están involucrados. Ambos ex
alcaldes, que antes de su gestión tenían notorios problemas económicos,
mostraron un evidente enriquecimiento inexplicable e ilícito al final de sus
periodos y dejaron mucho que desear de sus administraciones. Uno y otro tienen
en su historial demandas por malversación que ni han sido resueltas ni se han
investigado. El excesivo "valemadrismo" con el cual omiten atender la
evidencia de los actos corruptos de Urbalejo y Moreno, es vergonzoso, sobre
todo porque los delitos son reales y las evidencias existen.
La
facilidad con la cual están recibiendo ingresos extraordinarios no motiva al
Cabildo tecatense para cumplir con sus obligaciones. El desgano que han estado
mostrando para que estos ex presidentes municipales sean investigados
judicialmente, choca frontalmente con las precampañas políticas que sus
precandidatos están difundiendo. El caso de la alcaldesa Nereida Fuentes es
escandaloso, porque ella fue la presidenta de la Comisión de Hacienda cuando
fue diputada y se enteró de primera mano del mal manejo de los recursos
financieros que hizo Urbalejo Cinco, y lo protegió y lo sigue amparando.
Pareciera que le está pagando favores.
Ahora sabe
ella, también de primera mano, que César Moreno pagó por obras que no se
realizaron y esto no parece afectarle a la alcaldesa. Por el contrario, hay
certidumbre que al menos una calle que fue presupuestada en menos de un millón
de pesos por Moreno, Nereida la encementó cobrando el doble o más. Esta es una
situación grave porque en lugar de perseguir el delito, ella se aprovecha y
crea un aumento excesivo y sospechoso en el nuevo cálculo, que invita a la
reflexión y la denuncia. El historial de corrupción de la alcaldesa le alcanza
para que ampare y proteja a César Moreno, sin inmutarse. Sin embargo, ambos
personajes deberían estar preocupados porque existe una enorme indignación de
la sociedad tecatense, y la probabilidad de que sean encarcelados por corruptos
depende mucho de cómo nos movilicemos en el mediano y largo plazo los
tecatenses.
En ese
sentido, la situación que les preocupa a quienes disienten de López Obrador es
que las acciones gubernamentales contra la corrupción, de verdad se lleven a
cabo. Por eso el llanto lastimero de Calderón y de Fox, se dirige implacable
contra quien promete modificar las cosas. México necesita con urgencia un
cambio radical en el sistema de justicia y en la forma de comportarse de los
funcionarios de los tres niveles de gobierno. La facilidad que tienen para
desarrollar negocios sucios está definida por la escasez de justicia en la
nación. El poderoso caballero que es don dinero debe terminar y surgir,
vigoroso, el poder ciudadano basado en la ley y la justicia. Por consiguiente,
los omisos deben ser llevados a los tribunales. Vale.
* El autor
es licenciado en Economía con Maestría en Asuntos Internacionales por la UABC.
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