PÓLEMOS EL RANCHO ARDIENDO

Columna de análisis social, cultural, político y económico. Mamotreto insulso; lenguaraz y boquiflojo; órgano no noticioso. Voz endeble de la obnubilada opinión de su autor. No apta para mentes colonizadas. Favor de no tomarme en serio. Sale cuando se puede. Recuerden, escribo ‘cum animus jocanti’, es decir, en broma de modo que, se han de guiar por sus propias convicciones. Conste.

Lunes 10 de septiembre de 2018 No. 411

EL RANCHO ARDIENDO

Así suele decirse cuando las cosas en casa se complican. Algo así está pasando al seno de la coalición “Juntos haremos Historia” ahora legislativa tras su resonante triunfo electoral.

Que haya adversarios en política no es nada extraño, en tratándose de los de enfrente. Lo sorprendente es encontrárselos en la propia casa. Paso a explicarme.

No es novedad decirles que tras el tsunami Morenista, muchos gobernadores priistas, panistas o perredistas han buscado la manera de neutralizar la ventaja legislativa de este nuevo partido, echando mano de sus viejas mañas, cooptar, comprar o amedrentar a los noveles legisladores Morenos en sus Congresos locales, de manera que les dejen las manos libres por el resto de sus ejercicios.

Esto ha sido lo más común en Puebla, Hidalgo, San Luis Potosí, Veracruz, Sonora y Oaxaca. Cierto. Esto es nefasto. Pero sorpréndanse. También los hay en casa.

Cuauhtémoc Blanco, gobernador electo de Morelos, recientemente le llegó al precio a dos diputados morenistas para que se pasaran al PES, con lo que se redujo de 8 a 6 el número de su bancada, con lo que se eliminó a MORENA del control administrativo del Congreso local y de encabezar las principales comisiones. Mal y de malas.

Así, el Congreso quedó en las manos del PES y del PT -supuestos aliados minoritarios de MORENA a la vez que le dejan el camino franco al gobernador futbolista para, desde el gobierno de Morelos, oír el Canto de las Sirenas que, con acento gachupín, lo arrullan con la idea de la precandidatura para el 2024.

Cuán costoso le resultaría a MORENA el haber hecho a un lado a su candidato Rabindranath Salazar para sumarse a Blanco, del PES.

La pregunta idiota de hoy sería: ¿Con tal calidad de aliados se puede lograr la Cuarta Transformación? Seguramente no.

La virulenta reacción de Yeickol Polevnski está más que justificada.
Vale.