PÓLEMOS ¿RENOVACIÓN SIN RUPTURA?

Columna de análisis social, cultural, político y económico.
Mamotreto insulso; lenguaraz y boquiflojo; órgano no noticioso. Voz endeble de la obnubilada opinión de su autor. No apta para mentes colonizadas. Favor de no tomarme en serio. Sale cuando se puede. Recuerden, escribo ‘cum animus jocanti’, es decir, en broma de modo que, se han de guiar por sus propias convicciones. Conste.
Miércoles 5 de septiembre de 2018 No. 416

¿RENOVACIÓN SIN RUPTURA?
Debido a lo que ocurrió ayer en la Cámara de Diputados entre Gerardo Fernández Noroña -diputado del PT y aparentemente aliado de MORENA- y Porfirio Muñoz Ledo, presidente de la Cámara, se dio un zipizape que, para algunos mal informados, pudiera representar un primer signo de fractura en la triunfante coalición de “Juntos haremos Historia” formada por el PT, PES y por supuesto, MORENA. Aquí tendría que decir, como el Chapulín Colorado: “¡Que no panda el cúnico!”:

En efecto, quien no conozca a Noroña, corre el riesgo de confundirse. Él es, en efecto, un provocador, dicho en el mejor sentido de la palabra. Su carácter, su temperamento, provoca, reta. Si fuera un boxeador, no sería estilista sino fajador. Si fuera luchador, no tendría cabida más que con los rudos, muy lejos de El Santo o Blue Demon, pero sí en la esquina del Tonina Jackson y El Cavernario Galindo. Allí se sentiría como pez en el agua. Ese es su estilo de lucha. Por algo un exasperado Muñoz Ledo le espetó: “Usted es un golpeador”.

Y no le faltó razón. Noroña golpea con su estilo, sus palabras y argumentos. Porque dígame usted: ¿Tiene o no razón en que el representante del Congreso General debió éticamente abstenerse de convalidar con su presencia un espectáculo o seudo informe del Ejecutivo hecho ante un selecto grupo de Notables y no ante los representantes del pueblo?

Lo dicho. Tal vez el rudo y rasposo estilo de Noroña no sea tan bien visto por las más versallescas maneras del apropiado trato político. De acuerdo. Pero pensemos que el rijoso diputado no viene de las cortesanías, sino de la calle, de la lucha social y milita un poco más hacia la izquierda radical y menos hacia la “centrista” (y pragmática) de Muñoz Ledo y el sumum de la dirigencia de MORENA.
Al final, verán, nada se habrá roto. Sólo cuestión de estilos en el natural estira y afloja del inicio de todo esfuerzo de cambio.

Vale.

Pd. Imagen de red.