Columna de análisis social, cultural, político y
económico.
Mamotreto insulso; lenguaraz y boquiflojo; órgano no noticioso. Voz endeble de
la obnubilada opinión de su autor. No apta para mentes colonizadas. Favor de no
tomarme en serio. Sale cuando se puede. Recuerden, escribo ‘cum animus
jocanti’, es decir, en broma de modo que, se han de guiar por sus propias
convicciones. Conste.
Lunes 5 de noviembre de 2018 No. 459
Lunes 5 de noviembre de 2018 No. 459
LA CORRUPCIÓN TIENE
ALAS
Pues sí. Las tiene.
Pues sí. Las tiene.
Hoy pretendo tocar -así sea a vuelo de pájaro- el asunto de la corrupción rampante en los cuatro puntos cardinales de nuestra geografía. Y que cuando digo que “tiene alas” no lo digo sólo en sentido figurado, sino también en sentido estricto, relacionado con los aeropuertos, en particular el “Benito Juárez” de la Ciudad de México, sobre todo ahora que AMLO dice ir en serio contra ese cáncer que carcome muchos estratos de nuestra vida diaria.
De seguro te preguntarás por qué enfoco mi atención en el aeropuerto de la capital. Te lo diré.
Circula el rumor de que la contabilidad del aeropuerto capitalino presenta un saldo de 3,700 millones de pesos en el renglón de Cuentas por Cobrar, en diferentes adeudos de las aerolíneas, sin excluir los Derechos por el Uso de Aeropuertos (DUA o TUA) y las rentas no cubiertas de locales comerciales en el mismo aeropuerto, entre otros servicios, alegándose en los corrillos que de esos, más de 700 millones son más bien Cuentas Incobrables.
De resultar cierto todo lo anterior, deberá desprenderse necesariamente una conclusión: O se trata de una gravísima negligencia o, en el peor de los casos, de flagrante corrupción por parte de los responsables de la Cobranza y en última instancia, de los Administradores, que pudieron haberse hecho de la vista gorda, permitiendo la acumulación de adeudos.
Más grave aún si tomamos en cuenta que de las Tarifas por uso de Aeropuertos, habrían de pagarse los Bonos suscritos para construir el Nuevo Aeropuerto, antes en Texcoco, ahora en Santa Lucía Recuérdese que si no se alcanzan a pagar con los ingresos del aeropuerto, el que terminará pagando será el Erario, es decir, todos nosotros.
Y de paso, ya entrados en el tema, valdría la pena dar una revisada a las cuentas del de Toluca, del cual se dice que también le rezumba para eso de las componendas por debajo del ala. Pero vamos, pudieran ser puras habladurías de gente sin quehacer.
Vale.
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