Seguridad Electrónica

Seguridad Electrónica
Su seguridad para nosotros es cosa seria

martes, 6 de noviembre de 2018

¿Y LOS OTROS 2 MEGA PROYECTOS CANCELADOS EN MÉXICO?



Por: LADELPALACIO

La cancelación de la construcción del nuevo aeropuerto internacional de la Ciudad de México (NAICM) en Texcoco ha alborotado a todo México y pareciera que esa cancelación significa literalmente el fin de este país.
Hablan de la pérdida de las Afores invertidas en esa construcción, Afores invertidas sin previa consulta (por cierto), hablan de la caída del dólar y lo que más le preocupa a la Coparmex (que solo representa al 2.3% de las empresas en México) es que el mundo ya no va a querer invertir en México, porque damos señales de inestabilidad, de poca seriedad y de no cumplir con nuestros compromisos (sus compromisos, mejor dicho).
La cuestión es que el NAICM no es la primera mega obra que se cancela en los últimos años. Durante los sexenios de Peña Nieto y de Felipe Calderón se decidieron 2 mega proyectos de infraestructura, con inversión extranjera, los dos fueron cancelados por EPN. Esas decisiones y cancelaciones no fueron consultadas con los mexicanos, y ¿qué creen? No pasó nada, no se acabó México ni se terminaron las inversiones, ni llegó el Apocalipsis, pero lo más importante es que no pareció importarle a la mayoría de los mexicanos.
Hablo del tren de alta velocidad Ciudad de México-Querétaro y la Refinería Bicentenario.

REFINERÍA BICENTENARIO
El 18 de marzo de 2008, en la celebración de los 70 años de la expropiación petrolera, Felipe Calderón anunció con bombo y platillos uno de los proyectos más ambiciosos y necesarios en este país: la construcción de una refinería con capacidad para procesar 250 mil barriles diarios de petróleo. Esta refinería tendría un costo de 12 mil millones de dólares y debió haber entrado en funciones en 2015, según el proyecto original.
Hidalgo y Guanajuato se batieron a duelo para que la refinería se construyera en su estado. Guanajuato pagó mil millones de pesos, por cierto a través de una empresa fantasma, para comprar a campesinos los terrenos en donde se alojaría esa refinería.
Finalmente, en 2009 Calderón anunció que la refinería se construiría en Hidalgo. Nadie nos explicó cómo se decidió eso, tampoco le preguntaron a nadie dónde se debería construir esa refinería. Tampoco sabemos qué paso con esas tierras que compró Guanajuato.
Esa refinería ni siquiera se canceló oficialmente durante el sexenio de Calderón. La tuvo que cancelar EPN en 2014 y de ella solo existe una barda que a los mexicanos nos costó 620 millones de dólares. Y al estado de Hidalgo esta refinería que nunca se construyó le representó durante 5 años 28% de su deuda total, con intereses mensuales de 22.8 millones de pesos. Para ese entonces lo que se había gastado en construir esa refinería fueron 9 mil millones de pesos… y todos bien preocupados por las multas que representa la cancelación del aeropuerto de Texcoco.

TREN DE ALTA VELOCIDAD
Enrique Peña Nieto lo anunció el 1 de diciembre de 2012, justo cuando tomo posesión. Era un tren de 210 km, con trenes a una velocidad de 300 km/hr y podía transportar a 25 mil pasajeros diario. O sea, íbamos a poder llegar a Querétaro en menos de una hora, si se hubiera construido ese tren, el nuevo aeropuerto tal vez se hubiera podido construir en Querétaro.
Se estimaba que para la construcción de ese tren se necesitaba una inversión de unos 41 mil millones de pesos y la empresas a cargo de esa construcción eran China Railway Construction Corporation y CSR Corporation Limited ambas de China, GIA, Prodemex, Teya, GHP, Infraestructura Mexicana de México y Systra de Francia. Tres empresas extranjeras y cuatro mexicanas.
Y para no variar, como fue una constante en el gobierno de Peña, en medio de escándalos de corrupción en 2014 EPN anunció su cancelación. No le preguntó a nadie y nadie se preocupó por el dólar ni por la posible falta de llegada de nueva inversión extranjera, ni que quedáramos directamente mal y como un país poco serio antes los ojos de los gobiernos de China y Francia.
El escándalo que hoy están armando los empresarios, el PRI y el PAN, entonces más bien parece reflejar el pánico que tienen al ver perdidos sus intereses personales. Porque eso de que les preocupe mucho el país, ya vimos en los dos casos anteriores que no les importó mucho.
Eso sí, en esas dos cancelaciones de proyectos que el país necesitaba nadie le preguntó a los mexicanos nada. Sus construcciones y cancelaciones se decidieron por decreto, autoritariamente.
Y los críticos de ahora dónde estaban entonces?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario