Columna de
análisis social, cultural, político y económico.
Mamotreto insulso; lenguaraz y boquiflojo; órgano no noticioso.
Mamotreto insulso; lenguaraz y boquiflojo; órgano no noticioso.
Voz endeble de la
obnubilada opinión de su autor.
No apta para mentes
colonizadas.
Favor de no tomarme en
serio.
Sale cuando se puede.
Recuerden, escribo
‘cum animus jocanti’, es decir, en broma de modo que, se han de guiar por sus
propias convicciones.
Conste.
Lunes 17 de diciembre de 2018 No. 483
Lunes 17 de diciembre de 2018 No. 483
DE CLASISMO Y OTROS
MEJUNJES
Recientemente -creo que el miércoles pasado- en un programa de Leo Zuckerman en Televisa, creo que “La hora de opinar” salvo error u omisión, tuvo como invitados a dos conocidos personajes, la señora profesora Denisse Dresser y el joven doctor y maestro de la UNAM Gibrán Ramírez,,en tanto que la primera, lo es del ITAM, lo que podría equipararse a dos opiniones divergentes sobre el momento político que vive el país, viniendo dicha opinión de académicos de instituciones públicas y privadas. Se auguraba un buen agarrón.
Recientemente -creo que el miércoles pasado- en un programa de Leo Zuckerman en Televisa, creo que “La hora de opinar” salvo error u omisión, tuvo como invitados a dos conocidos personajes, la señora profesora Denisse Dresser y el joven doctor y maestro de la UNAM Gibrán Ramírez,,en tanto que la primera, lo es del ITAM, lo que podría equipararse a dos opiniones divergentes sobre el momento político que vive el país, viniendo dicha opinión de académicos de instituciones públicas y privadas. Se auguraba un buen agarrón.
De entrada, la maestra Dresser lanzó un adjetivo que me sonó a derogatorio respecto de su asombrado interlocutor, al que llamó “vocero de la cuarta transformación” así, de sopetón y sin mediar provocación alguna.
De allí se desprendieron otros calificativos dirigidos a Gibrán, que en ningún momento perdió la compostura, limitándose a dar una cátedra de economía política que resultó sorprendente para un académico tan joven. Bien por él.
En cuanto a Dresser, sin menoscabo de sus cualidades, diré que, en mi obtusa opinión,se vio mezquina y hasta resentida por el brillo del joven, sacando a relucir una pregunta con dejo discriminatorio: “¿Qué edad tenías en 1994 y 1996?” -supongo que descalificando lo por no haber vivido la experiencia de Dresser en su lucha por la transición y para rematar, lo mandó “a estudiar historia” y completó con una majadería, le ofreció un libro (que llevaba preparado) para que se instruyera. A lo que el ágil Gibrán respondió, dando el nombre del autor y diciendo “lo leí pero no me gustó”. Sopas,perico.
Pero no me crea, tal vez exagero.
Vea ud., el video de Zuckerman en Youtube y fórmese su propia opinión.
Para mí, Gibrán Ramírez es una mente lúcida que vale la pena seguir de cerca.
Vale.
Crédito. Imagen. El
Nacional 321.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario