PÓLEMOS: DOMINIO MAGISTRAL DE LOS SÍMBOLOS

Columna de análisis social, cultural, político y económico.
Mamotreto insulso; lenguaraz y boquiflojo; órgano no noticioso.

Voz endeble de la obnubilada opinión de su autor.

No apta para mentes colonizadas. Favor de no tomarme en serio.

Sale cuando se puede. Recuerden, escribo ‘cum animus jocanti’, es decir, en broma de modo que, se han de guiar por sus propias convicciones.

Conste.
Martes 4 de diciembre de 2018 No. 474

DOMINIO MAGISTRAL DE LOS SÍMBOLOS
Si algo quedó en claro este fin e inicio de semana con el Presidente López Obrador, es su excelente manejo de la simbología, lenguaje cifrado que en ocasiones dice mucho más que el verbal o escrito.

Lo dicho resulta tanto más evidente al verlo, ya investido, viajando en avión comercial, como cualquier ciudadano común.

Luego, al seguir viviendo en su casa de Tlalpan, rechazando vivir en la reclusión de la opulencia, habitual de sus antecesores.

Agregue el abrir la residencia de Los Pinos al público en general. No olvidar que hasta hace una semana el sitio era el Sanctus Santorum del Poder en México, fuera del alcance, y de la vista, de la inmensa mayoría de los mexicanos.

Adicione a lo anterior la puesta en venta del avión presidencial, con todos sus lujos dignos de un jeque.

Puede agregar la puesta en venta de la flotilla de aeronaves, helicópteros y limusinas destinadas a trasladar a los funcionarios del régimen.
Y podemos seguir. 

Hablemos de que sigue usando su carro Jetta humilde y utilitario, en vez de las camionetas blindadas de los últimos ocupantes de la silla.

Ya no hablemos de su detalle de humildad, que no fue una simple pose, al someterse al ceremonial que los pueblos indígenas y afromexicanos le ofrecieron. De ello se hablará por décadas. Humilde ante los más humildes y marginados.

¿Así o más claro?

Vale.

Crédito. Política Mx.