Traiciones cetemistas
Por: Pedro Martínez Serrano
En Baja California y en
Tijuana, la representación de la Confederación de Trabajadores de México (CTM),
hace de todo, traiciona, golpea, roba a sus agremiados y, no sólo eso, me dicen
que manda matar a quienes estorban en la satisfacción de sus intereses.
El ejemplo a la mano, es el
caso de Antonio Moreno, un dirigente sindical que durante años sirvió de
manera incondicional a Eligio Valencia
Roque y al parásito que mantiene como proxeneta de su hija Lilian,
el ahora regidor electo, Francisco
Javier Hernández Vera.
De acuerdo a información
confiable que poseo, Francisco Javier Hernández Vera está relacionado
con cuando menos dos ejecuciones, incluido el de Antonio Moreno, quien
fue asesinado de manera sospechosa, pues el hecho se investigó y no se dio con
los responsables, pero en su familia repitieron hasta el cansancio que Hernández
Vera lo amenazó en repetidas ocasiones, a causa de desavenencias provocadas
por la decisión del señor Moreno de abandonar las filas de la CTM.
El anciano que se mantiene al
frente de la CTM, Eligio Valencia Roque tiene fama por dos cosas: por
cobarde y por traicionero, lo que lo lleva a ser vengativo, a pagar golpeadores
para escarmentar a quienes no se someten a sus caprichos. Me tocó ser testigo
de decenas de abusos en que incurrió.
Y ahora, como su periódico ya
no sirve más que para envolver fruta verde o proteger pisos para no macharlos
con pintura, el lujurioso y acosador sexual, aprovecha la franquicia cetemista
que explota en Baja California, para traicionar y cobrar revancha en donde ve
traiciones que sólo existen en su intoxicada cabeza.
Por lo anterior, a mediados de
mayo ordenó a su gato y yerno, Francisco Javier Hernández Vera que
sumara a los ambulantes al proyecto de Francisco
Arturo Vega de Lamadrid, para traicionar así a quien lo ha mantenido activo
en la política; el diputado federal Fernando
Castro Trenti.
Y, como el viejo vicioso y
arbitrario, violador de derechos laborales, carece de vergüenza y lealtad,
ahora, sin merecimiento alguno, pues su protegido, el imbécil regidor electo Francisco
Hernández Vera, jugó en contra de la fórmula que lo integró con un especio
en el cabildo, Eligio viejo, presume que mandará al proxeneta de su hija
Lilian, como delegado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes
en Baja California, lo que se ve como una locura.
En primer lugar, el tal Hernández Vera carece de merecimientos,
incluso para ser regidor, más aún para ocupar una delegación federal de la
importancia de la SCT, en donde sin duda, será colocado un político-político
bajacaliforniano, no un traicionero y oportunista, como son los Valencia, los adictos padre e hijo.
Así las cosas, en el
ayuntamiento deberán tener mucho cuidado, especialmente el presidente municipal
electo, Jorge Astiazarán Orci, porque dentro de su fracción tendrá al
enemigo.
Por cierto, preparo una serie
de entregas sobre las delegaciones federales. Quienes las encabezan y sus
merecimientos para conseguirlas, así como las que faltan por asignar.
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