Se desconoce el destino de 396 millones 838 mil pesos que serían utilizados por la Cruzada Nacional contra el
Hambre para comprar 31
millones de artículos como paliacates, tortilleros, playeras, globos, vasos y
gorras. Las empresas a las que presuntamente fueron adquiridos no existen,
señaló la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Los objetos no
llegaron a las delegaciones estatales de la dependencia, e incluso el director del almacén
general de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) desconocía su
existencia. La ASF presume daño al erario, dado que no hay “evidencia de la adquisición,
distribución y la entrega de los bienes” a 400 municipios. Hay actos y
omisiones de servidores públicos que no supervisaron, verificaron ni validaron
los trabajos, agrega en el informe general de la cuenta pública 2013.
La Universidad Autónoma del
Estado de Morelos (UAEM), con la que la Sedesol firmó un convenio para comprar
y distribuir el “equipo y material de apoyo” para promotores de la Ruta sin
Hambre, de manera
irregular fraccionó en
dos partes el procedimiento para la adquisición de los bienes.
Simulación de
operaciones
La compra se adjudicó por
licitación pública al Grupo Comercializador Cónclave y a Prodasa, pero hay
“presumible simulación de operaciones” en el proceso. Es decir, se factura a
una compañía una presunta prestación de bienes o servicios y la dependencia
contratante los recibe de conformidad. “Las empresas resultan inexistentes”,
señala la ASF.
En el reporte de la auditoría
sobre contratos y convenios de colaboración suscritos con dependencias del
Sistema Nacional para la Cruzada contra el Hambre se evaluó el acuerdo entre la
Sedesol y la UAEM del 6 de mayo de 2013, para aprovisionamiento y distribución
de equipo y material de apoyo a promotores de la Ruta sin Hambre de 400
municipios y se revisó la compra de 31 millones 199 mil piezas.
Las adquisiciones que se
reportaron fueron tres millones 783
mil paliacates, por un monto de 79.4 millones de pesos; tres millones 26 mil tortilleros,
por 96 millones de pesos, y tres millones 819
mil vasos de plástico duro, por 57 millones 292 mil pesos, entre otros
millones de objetos.
La adquisición de estos bienes
no corresponde a los fines que establece el decreto del Sistema Nacional para
la Cruzada, que son lograr “cero” hambre mediante la alimentación y nutrición
adecuada de las personas en pobreza multidimensional extrema y carencia de
acceso a la alimentación, señala el informe.
La ASF solicitó a Sedesol
documentación que ampare la compra de esos artículos, pero la dependencia
respondió que no la localizó “después de una búsqueda exhaustiva en la bodega
donde se resguarda la información” y que la documentación soporte se encontraba
en el almacén general.
La Sedesol únicamente entregó
copia de dos oficios simples en los que la universidad informó la entrega de
los millones de objetos, y como comprobante de salida dio una copia simple de
dos oficios.
La ASF detectó que de los
cinco convenios firmados en 2013 por la Sedesol con las universidades de Morelos y del
estado de México se desprende un daño al erario de alrededor de 845 millones de
pesos. El contrato con mayor valor es el de los 396 millones que costó el
abastecimiento a los promotores de la cruzada.
Información de La Jornada.
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