Por: Arturo Ruiz. El Súper Cívico.
¿Que si somos racistas en México? Creo
sinceramente que si, a pesar de ser un pueblo mayoritariamente mestizo,
permanecen rasgos de un racismo torpe y nacido de la negación a reconocernos
con raíces genéticas de una de las mayores mezclas de razas en el mundo.
Los españoles
que conquistaron y colonizaron a nuestros antecesores, venían ya con un
mestizaje derivado no únicamente del periodo que fueron conquistados y
colonizados por los “moros” sino que a través de su fronteras la sangre vasca
estaba ya en sus genes.
Los españoles
trajeron consigo a personas africanas con las cuales se mezclaron tanto
españoles, como indígenas, asiáticos y mestizos… el resultado fueron diversas
mezclas genéticas que en su tiempo llegaron a clasificarse en 16 absurdas
castas: 1. Español con indígena: mestizo; 2. Mestizo con española: castizo; 3.
Castizo con española: español; 4. Español con negra: mulato; 5. Mulato con
española: morisca; 6. Morisco con española: chino; 7. Chino con india: salta atrás;
8. Salta atrás con mulata: lobo; 9. Lobo con china: gíbaro o jíbaro; 10. Gíbaro
o jíbaro con mulata: albarazado; 11. Albarazado con negra: cambujo; 12. Cambujo
con india: sambiaga (zambiaga); 13. Sambiago con loba: calpamulato; 14.
Calpamulato con cambuja: tente en el aire; 15. Tente en el aire con mulata: no
te entiendo y 16. No te entiendo con india: torna atrás.
¿Eso nos dice
algo? Si, nos dice que tenemos una raíz “cultural” racista y clasista, debido a
que las autoridades virreinales y eclesiásticas daban trato diferenciado a
estas castas… De tal forma que la semilla del racismo creció con la formación
mestiza de nuestro pueblo y de nuestra idiosincrasia.
En la actualidad muchos mestizos urbanos, que han perdido su raíz tratan a las personas pertenecientes a los pueblos originarios de México de forma racista, excluyente y en muchas ocasiones ofensiva.
En la actualidad muchos mestizos urbanos, que han perdido su raíz tratan a las personas pertenecientes a los pueblos originarios de México de forma racista, excluyente y en muchas ocasiones ofensiva.
Los llamamos
indios, marías, oaxacos, apaches, etc, etc… y no solo los ofendemos al
referirnos a ellos, sino que por más de 500 años el gobierno los margino y los
excluyo del desarrollo, sobre todo a aquellas comunidades que no aceptaron
dejar su lengua madre y sustituirla por el castellano.
Y la sociedad en
general los ha excluido del acceso a diversos sitios y los clasificamos como
retrasados, ignorantes e incluso como paganos que venden a sus mujeres. ¡Esto
es real, veamos a nuestro alrededor!
Por eso no me
sorprenden las voces arrogantes, soberbias, ignorantes y estúpidas de algunas
personas, que se sienten amenazadas con los miles de migrantes de raza negra
que proviene de diversos países de África y de Haití. Y que piden que sean
devueltos a sus países o confinados para evitar que se conviertan en un
problema para la seguridad.
La inseguridad,
el desempleo y la pobreza ya la tenemos, ¿o no ven la cifra de ejecutados,
desmembrados y decapitados que aparecen cotidianamente en las calles y lotes
baldíos de nuestras ciudades? /No han visto a nuestros migrantes deportados o
en tránsito, vivir en las calles, desprotegidos y expuestos al escarnio, al abuso
y a la delincuencia común?
Hemos perdido la
brújula, hemos olvidado la solidaridad y el humanismo. Nos quejamos del
maltrato y racismo que nos aplican los Trumps del Norte, pero tratamos con
desprecio a nuestros indígenas, a los pobres y desamparados y ahora a los
negros.
Pues a esos
racistas mexicanos les tengo malas noticias, en México la Negritud esta en
nuestra sangre, en nuestra música y en muchas de nuestras manifestaciones
festivas e incluso religiosas. Así que no nos asustemos con su piel oscura sus
ojos negros, su pelo rizado. Son tan humanos como nosotros, pero su raza es más
limpia, están menos mezclados genéticamente que nosotros.
La negritud es
nuestra tercera raíz genética y cultural. Y por esa razón, la negritud se ha
reconocido en México y por tanto, tenemos una población a la que se denomina
como afro mexicanos.
Por tal razón,
dejemos de lado nuestros torpes prejuicios y veamos más allá del problema
momentáneo de las miles de personas negras que están varados en nuestra
frontera bajacaliforniana y preguntémonos porque, en todo el mundo están
ocurriendo éxodos masivos de migrantes que huyen de la pobreza, de las
hambrunas, de la violencia política, religiosa y racista.
Entendamos que
este actual modelo económico y de respeto a los derechos humanos está fallando.
Y preocupémonos porque en cualquier momento, todos podemos ser excluidos,
victimizados y humillados.
Pero por lo
pronto esperemos que el Gobierno Decapitado y desarticulado de Baja California
(Y digo decapitado, porque el Gobernador Kico Vega no tiene pies… ni cabeza)
actué con prontitud para apoyar a estas personas en tránsito, no solo a las
africanas y haitianas, sino también a las personas mexicanas en condición de
calle.
Es tiempo ya de
que los 300 millones de pesos asignados al fondo de atención a migrantes se
liberen a las entidades de la república y que el Instituto Nacional de
migración asuma su papel de ser garantes de la protección de los migrantes
nacionales e internacionales.
Yo por mi parte
no me amilano, ni me ofendo si me siguen diciendo negro, mulato, cubano o
moreno. Eso ni me da ni mequita nada, porque si soy más o menos moreno que
otros, yo soy… ¡EL SUPER CIVICO… Ajua!!!!
Ensenada a 6 de
agosto de 2016.
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