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martes, 27 de junio de 2017

FRESAS CON CHOCOLATE: FUERO ¿Necesidad o privilegio?


Por: Javier Opón

El martes pasado el diputado Carlos Penagos Vargas, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), presentó una iniciativa para desaparecer el fuero en nuestro estado, lo que desató una ola de opiniones y críticas de todos los sectores.

La propuesta busca anular la figura del fuero a diputados locales, presidentes municipales, regidores y síndicos, pero también a consejeros de la Judicatura del Poder Judicial del Estado, a titulares de organismos autónomos constitucionales como el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC), la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) y el Instituto Estatal de Acceso a la Información Pública (IAIP).

Pero, ¿qué es el fuero? el origen de la palabra fuero deriva del latín forum: espacio abierto, predio sin edificar; la vida pública y judicial. Uno de los casos más renombrados es el del fuero universitario, motivo por el cual en México ni el ejército, ni la policía “pueden” entrar a las universidades de nuestro país. 

El fuero fue aplicado originalmente para denominar la protección que los senadores y diputados federales tienen para expresar sus ideas, sus críticas, sin que ello les implique ser reprimidos por cualquiera de los otros dos poderes, pero con el paso del tiempo se decidió denominarlo constitucionalmente como inmunidad procesal, para dejar el concepto de fuero al ámbito de competencia judicial.

En la Constitución sólo existe el concepto de fuero para referirse a las leyes que aplican al ámbito de los militares, que se diferencia de las leyes civiles; por eso, existe el fuero militar y el fuero civil, que a su vez se divide en fuero federal y fuero común, y que se refiere exclusivamente al ámbito jurisdiccional, no a un privilegio, sino a la zona de aplicación de determinadas leyes.

De acuerdo con la Constitución, principalmente el artículo 111, en México son mil 854 los servidores públicos quienes gozan de esta inmunidad procesal. Se trata del Presidente de la República, los 500 diputados federales, 128 senadores, 11 ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, siete magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, siete Consejeros de la Judicatura Federal, 20 secretarios de Estado, 66 integrantes de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, También, el procurador General de la República; el procurador de Justicia del Distrito Federal, el jefe de Gobierno del Distrito Federal; los nueve integrantes del Instituto Federal Electoral (IFE), los mil 71 diputados estatales de las 32 entidades, así como sus 31 gobernadores.

Pero hoy en día en México el fuero se ha malinterpretado y se ha usado como un privilegio para cometer fechorías con la certeza de no ser juzgados; es el fuero, pues, una figura mal vista por los ciudadanos; la desfachatez de los políticos actuales a llegado al grado de arrogancia ante esta protección que le brinda el Estado.

Es pues la propuesta del diputado Carlos Penagos hasta cierto punto correcta, pero también podría ser una propuesta de relumbrón y simulación, como lo fue la iniciativa de ley “no cobro en estacionamientos de plazas comerciales”, misma que hasta la fecha no funcionó y siguen cobrando y no pasa, ni pasara nada.

Además que hay una clara falta de respaldo por parte de su bancada, misma que se dio de manifiesto cuando el presidente estatal de su partido y además presidente del congreso local, Eduardo Ramírez, abandonara el recinto Legislativo en la presentación de dicha iniciativa en el pleno, lo que desde mi punto de vista es una clara muestra de no estar de acuerdo.

Habría que analizar qué tan factible es la propuesta de quitar el fuero porque, por otro lado, en tiempos electorales como los que se viven en el Estado de México, podría ser necesario para defender la democracia en nuestro de país, para defender la voluntad ciudadana y retomar el significado para la que dicha figura fue crea.

Aunque en otras circunstancias el fuero pareciera que fuera una protección para dejar fuera del alcance de la ley a personajes perversos de la vida política actual como es el caso de muchos presidentes municipales, diputados y gobernadores que abuzan de esta figura para beneficiarse y beneficiar a su círculo cercano.

También es sabido que muchas veces no es necesario del fuero para quedar exento de las manos de la justicia en México, es el caso de Humberto Moreira a quien solo faltó que se le pidieran una disculpa tras su encarcelamiento en España acusado de lavado de dinero y desvió de recursos.

Es el fuero, pues, un tema complicado ante los retos actuales que vive la sociedad mexicana, que no debería de tomarse a la ligera y mucho menos enarbolar como propuesta electorera de personajes cínicos y alevosos de los tiempos electorales; es obvio que Carlos Penagos busca hacer ruido con sus iniciativas, algunas de ellas ridículas ante la realidad, como en el caso de los nombramientos de los monumentos históricos de Tuxtla Gutiérrez, y que lo único que busca es colocarle una placa conmemorativa, pero en donde no se le está dando mantenimiento como fue el caso del Magueyito, en donde ni siquiera una manita de pintura pudieron darle antes de colocar dicha placa en un evento donde fue convocada la prensa, argumenta uno de sus defensores en redes sociales que es porque la estructura de dicho monumento está débil y podría caer de pintársele.

P.D. Circula en las redes un vídeo donde se especula que el presidente entrega un arma antes de su encuentro con el presidente de Guatemala, a lo que me pregunto ¿cuál es la intención del presidente de portar un arma?, ¿será acaso que se siente vulnerable? ¿Desconfía de sus cercanos o es una señal directa para el presidente de Guatemala ante la extradición de Duarte a México?
Abrazos, amables lectores.


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