Columna de análisis social,
cultural, político y económico. Mamotreto retrechero y jacarandoso.
Expresión de la zafia
opinión personal de su autor.
Compartida con gusto a sus
siete resignados lectores, dueños indiscutibles de su particular opinión.
Conste.
Año II, Tomo II, Época II,
Edición del 6 de diciembre de 2017, No. 181.
"...PON LA OTRA MEJILLA."
Gran revuelo ha causado la expresión del tácito candidato de MORENA, Andrés Manuel López Obrador, al proponer -durante su reciente visita al estado de Guerrero- que, de llegar a la Presidencia, decretaría una AMNISTÍA para todos aquellos que han propiciado el grave nivel de violencia que se ha desatado en el país. Además, dijo, garantizaría no perseguir por venganza a los delincuentes políticos. Sin entrar en detalles, finalizó diciendo que no se debe combatir el fuego con el fuego, si lo que se busca es recuperar la paz. Palabras más, palabras menos. No me pondré aquí a contra argumentar lo dicho por el "Peje", porque en el fondo concuerdo. Eso lo haré en alguna otra oportunidad. Sin embargo, de inmediato, en contra de su propuesta, se alzaron las tronantes voces de los Secretarios de la Defensa y de la Marina, General Salvador Cienfuegos y el Almirante Vidal Francisco Soberón, respectivamente, los que no tuvieron empacho en terciar en asuntos electorales, rompiendo con ello el silencio en esa materia, desde la lejana época en la que las HH. Fuerzas Armadas eran, formalmente, el Cuarto Sector del PRI. Sale aquí mi primera pregunta idiota ¿Querrá decir que la regresión va en serio? Desde luego, desde el Itsmo, en Oaxaca, el Morenazo le respondió a los altos dirigentes castrenses, volviendo a referirse -si bien de modo indirecto- a temas religiosos, esta vez diciéndoles "que no estaba de acuerdo con ellos, pues no es tiempo de emplear el ojo por ojo y diente por diente..." y anticipó que como Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas jamás las utilizaría para reprimir al pueblo. Dejo aquí lo que recuerdo de todo lo dicho y -aunque guardo mis reservas como demócrata a ultranza- repito que al menos por esta vez con el "Peje" y, de nuevo con reservas, le deseo buenos vientos en su empeño de medio reformar al país, si lo dejan llegar los vientos de tempestad que anuncian nubarrones como la nueva Ley de Seguridad Interna, por ahora en estudio -sic- en el Senado. Por mi parte, le deseo suerte a MariChú, en su esfuerzo por alcanzar su objetivo. A Margarita no le auguro más que su pronta suma a la cargada del PRIAN. Lo mismo le sugiero al "Bronco" que sólo obtendrá un logro pírrico luego de ver su nombre en la boleta. Mejor que lo piense mejor, se lo digo fraternalmente y que mejor se concentre en cumplirle a los neoleoneses.
CULTURA. Hoy, a la una de la tarde, habiendo citado a las once de la mañana, en el Senado, se entregó la presea Belisario Domínguez a la Dra. Julia Carabias Lillo, valiosa ambientalista, maestra universitaria, la que, en su discurso de aceptación, entre muchas otras valiosas cosas, dijo con valentía que, en referencia a la Ley de Seguridad Interior, debe hacerse un exhaustivo e incluyente análisis en el que participe la sociedad por entero, en la que, reconociendo la labor de las Fuerzas Armadas, se busque la solución pacífica de la grave situación imperante. ¡Bravo Doctora! Vale.
"...PON LA OTRA MEJILLA."
Gran revuelo ha causado la expresión del tácito candidato de MORENA, Andrés Manuel López Obrador, al proponer -durante su reciente visita al estado de Guerrero- que, de llegar a la Presidencia, decretaría una AMNISTÍA para todos aquellos que han propiciado el grave nivel de violencia que se ha desatado en el país. Además, dijo, garantizaría no perseguir por venganza a los delincuentes políticos. Sin entrar en detalles, finalizó diciendo que no se debe combatir el fuego con el fuego, si lo que se busca es recuperar la paz. Palabras más, palabras menos. No me pondré aquí a contra argumentar lo dicho por el "Peje", porque en el fondo concuerdo. Eso lo haré en alguna otra oportunidad. Sin embargo, de inmediato, en contra de su propuesta, se alzaron las tronantes voces de los Secretarios de la Defensa y de la Marina, General Salvador Cienfuegos y el Almirante Vidal Francisco Soberón, respectivamente, los que no tuvieron empacho en terciar en asuntos electorales, rompiendo con ello el silencio en esa materia, desde la lejana época en la que las HH. Fuerzas Armadas eran, formalmente, el Cuarto Sector del PRI. Sale aquí mi primera pregunta idiota ¿Querrá decir que la regresión va en serio? Desde luego, desde el Itsmo, en Oaxaca, el Morenazo le respondió a los altos dirigentes castrenses, volviendo a referirse -si bien de modo indirecto- a temas religiosos, esta vez diciéndoles "que no estaba de acuerdo con ellos, pues no es tiempo de emplear el ojo por ojo y diente por diente..." y anticipó que como Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas jamás las utilizaría para reprimir al pueblo. Dejo aquí lo que recuerdo de todo lo dicho y -aunque guardo mis reservas como demócrata a ultranza- repito que al menos por esta vez con el "Peje" y, de nuevo con reservas, le deseo buenos vientos en su empeño de medio reformar al país, si lo dejan llegar los vientos de tempestad que anuncian nubarrones como la nueva Ley de Seguridad Interna, por ahora en estudio -sic- en el Senado. Por mi parte, le deseo suerte a MariChú, en su esfuerzo por alcanzar su objetivo. A Margarita no le auguro más que su pronta suma a la cargada del PRIAN. Lo mismo le sugiero al "Bronco" que sólo obtendrá un logro pírrico luego de ver su nombre en la boleta. Mejor que lo piense mejor, se lo digo fraternalmente y que mejor se concentre en cumplirle a los neoleoneses.
CULTURA. Hoy, a la una de la tarde, habiendo citado a las once de la mañana, en el Senado, se entregó la presea Belisario Domínguez a la Dra. Julia Carabias Lillo, valiosa ambientalista, maestra universitaria, la que, en su discurso de aceptación, entre muchas otras valiosas cosas, dijo con valentía que, en referencia a la Ley de Seguridad Interior, debe hacerse un exhaustivo e incluyente análisis en el que participe la sociedad por entero, en la que, reconociendo la labor de las Fuerzas Armadas, se busque la solución pacífica de la grave situación imperante. ¡Bravo Doctora! Vale.
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