Nereida Fuentes no se
ha manifestado, ni ha hecho ninguna declaración al respecto ni por mostrar una
actitud de apoyo a la familia de Assilem.
"Kiko" Vega
gobernador de B.C. ha manifestado lamentablemente, que los asesinatos son
porque las mujeres estaban involucradas en cuestiones ilegales.
"Por el derecho
a la libertad de expresión"
Por: José
Roberto Vázquez
El tiempo se sigue
acumulando y el feminicidio de Assilem Munguía no parece que se esté
investigando. Ni aunque sea por educación la Procuraduría General de Justicia
del Estado (PGJE) ha informado del estado de cosas de este cobarde asesinato.
Assilem además de haber sido brutalmente liquidada, ahora su recuerdo es
menospreciado por la poca importancia que les merece a las autoridades
judiciales resolver su caso. La brutalidad de la que fue objeto, así como la
forma como se le tira en un lugar despoblado revelan, indiscutiblemente, el
desprecio de su asesino por ella al que ahora se le agrega la negligencia
oficial.
La creciente tendencia hacia el feminicidio
que prevalece en los delitos fatales contra mujeres jóvenes particularmente,
así como la escasa importancia que se le brinda a esos delitos, refuerza la
incidencia de estas fatalidades. Detrás de cada asesinato queda siempre una
familia devastada y una sociedad que reclama, con voces cada vez más fuertes,
la investigación de cada uno de estos crueles sucesos. En contrapartida, la
PGJE muestra un marasmo increíble y una actitud pasiva que enferma. El caso de
Assilem que nos dolió tanto a los tecatenses, la manifestación pacífica de más
de 300 ciudadanos marchando tampoco ha conmovido a las autoridades.
La apatía y la falta de interés de Nereida
Fuentes se ha manifestado también, por no haber hecho ninguna declaración al
respecto ni por mostrar una actitud de apoyo a la familia de Assilem. Su
silencio equivale al valemadrismo que siente por este terrible hecho. Los
llamados de la familia hacia el Gobernador y la Alcaldesa han caído en saco
roto. Ninguna respuesta, ninguna exigencia, ninguna acción que demuestre que
sienten que la sociedad está siendo agredida ha sido manifestada por ellos. En
boca cerrada no penetran moscas.
"Kiko"Vega, gbernador del Estado de
Baja California, ha manifestado, lamentablemente, que los asesinatos son porque
las mujeres estaban involucradas en cuestiones ilegales y dice, de manera
tendenciosa e irresponsable, que deben ver con quién se juntan. En otras
palabras, las convierte en culpables de sus propios asesinatos, al ser ellas
quienes escogieron a sus verdugos. Los más de 200 asesinatos no han servido
para que él, su equipo de asesores y las autoridades judiciales hagan un análisis
correcto de estos crímenes y atentados contra las mujeres.
Es obvio que no son las actitudes de las
mujeres las que provocan incrementos sustanciales en los feminicidios. Es muy
liviano el argumento de que se esté incrementando la presencia de la mujer en
actividades ilícitas, si no se apoya en estadísticas reales. Por el contrario,
son el valemadrismo de las autoridades; el escaso compromiso de las diversas
policías, y la enorme corrupción que existe en las corporaciones policíacas,
algunos –entre otros– de los motivos que impulsan a cometer los crueles
asesinos de mujeres. Saben perfectamente que no pasará nada, que nadie se
preocupará por investigarlos y que los hechos pasarán desapercibidos. El
asesinato de Assilem y las otras 200 víctimas de feminicidio en Baja
California, se incrementará indeleblemente, porque las mujeres de escasos
recursos económicos ultimadas eran invisibles. No existían. Vale.
* El
autor es licenciado en Economía con Maestría en Asuntos Internacionales por la
UABC.
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