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viernes, 28 de septiembre de 2018

¿QUIÉN ESTÁ VIENDO TELEVISIÓN?



La nota del Financiero dice así: "Un estudio de Nielsen de 6 días muestra que el programa con más raiting fue 'La Rosa de Guadalupe’."

Agrega: " ‘La Rosa de Guadalupe’, que sale por Las Estrellas, con una audiencia promedio de 2 millones 978 mil espectadores..."

La nota termina enumerando los 9 programas más visto en la televisión, después de La Rosa de Guadalupe, de los cuales sólo uno pertenece a Tv Azteca. Desde luego, ninguno supera la audiencia del primer lugar.

Un desastre tamaño Televisa
Según INEGI en México hay 32.9 millones de telehogares con una población estimada de 122.3 millones de habitantes (Encuesta Nacional de Hogares 2016). En ese universo, los seguidores de La Rosa de Guadalupe se diluye en casi nada.

Hagamos la comparación con el universo de mexicanos que tuvieron el derecho de votar en las pasadas elecciones del 1 de julio, aproximadamente 89 millones, mayores de 18 años. De ese universo, sólo el 3.3% sería seguidor del programa de televisión más visto. Eso apenas representaría la votación que obtuvo Jaime Rodríguez Calderón, "El Bronco" (2,961,732).

Eso en cuestión de numeralia.
Si analizamos el contenido del programa, la situación se agrava. ¿Quién ve a La Rosa de Guadalupe? Un programa con un bajísimo nivel de cultura, con diálogos básicos e historias altamente predecibles, que no requieren de análisis o concentración mental. ¿Qué segmento de la sociedad cubre ese nivel cognitivo? ¿El de mayores ingresos? ¿El de mejores niveles académicos? ¿El de alto consumo?

La parodia que armaron con Verónica Castro, Cecilia Suárez y Aislinn Derbez al subrayar que "La casa de las flores" no es "La Rosa de Guadalupe" es bullying puro. Desde luego que hay un océano entre una producción y otra. De hecho, hay una galaxia entre el streaming de Netflix o HBO y la televisión mexicana, ya Televisa, Tv Azteca o Imagen.

La televisión mexicana naufraga en su propia mediocridad. Las cadenas de televisión más importantes del mundo tienen rato que han encendido focos rojos ante la embestida de las nuevas tendencias de consumo audiovisual. En México siguen con las mismas fórmulas.

A eso hay que sumar que se acabó la mina de oro de la propaganda oficial. Su principal fuente de ingresos.

No hay innovación. No hay respeto por la teleaudiencia que ya probó otras formas de televisión y no está dispuesta a bajarse de esa nave. No hay intención de mejorar.

La televisión mexicana se pudre y, con ello, su basura televisiva... no está entendiendo los tiempos actuales... que hagan lo que quieran y que lo soporten estómagos de alto rendimiento...

Don Diego de la Vega.
Z...

Fuentes:

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