PÓLEMOS: RECUPERANDO LAS RAÍCES LATENTES

Columna de análisis social, cultural, político y económico. Periodismo de Opinión. Mamotreto insulso; lenguaraz y boquiflojo; órgano no noticioso. Voz endeble de la obnubilada opinión de su autor. No apta para lerdos cabeza de alcornoque. Ni por error debo ser tomado en serio. Sale cuando se puede. Recuerden, escribo ‘cum animus jocanti’, es decir, en broma de modo que, se han de guiar por sus propias convicciones.
Lunes, 1de abril de 2019 No. 536

RECUPERANDO LAS RAÍCES LATENTES:::
Lo dicho. Luego de la carta de nuestro Presidente al rey de España (que por cierto, no contestó él, sino su Presidente de Gobierno) me dí cuenta, por el gran volumen de invectivas y expresiones de desprecio generadas, en las que el racismo y el menosprecio relucen, me resulta obligado decir, con todo respeto, que los pueblos originales avasallados, no tienen por qué estarles agradecidos por haberlos “civilizado” y destruido sus palacios y templos pana coronarlos con símbolos ajenos a su cultura.

Ellos habían alcanzado altos niveles en las artes y las ciencias, así como en la cultura. Para botón de muestra lean un poema de Netzahualcóyotl, rey de Texcoco, titulado NONANTZIN (madre mía) también conocido como “Leña verde” que dice:

NONANTZIN
“Nonantzin. Ihcuac nimiquiz motlecuipan xinechtoca…”
(Traducción libre)

MADRE MÍA:
Madre mía, cuando yo muera, sepúltame bajo el fogón. Y cuando vayas ahí a hacer las tortillas, llora por mí.

Y si alguien te pregunta: ‘¿Madre, por qué lloras”?’ responde tú:
‘Es el humo de esta leña -que está verde- el que me ha hecho llorar.”

Estoicismo puro. Poesía filosófica. Demostración de una cultura avanzada que Cortés, Alvarado, Olid y demás caterva de valientes, ambiciosos e quasi ignorantes “conquistadores”, limitados por sus prejuicios religiosos y limitada cultura, no pudieron comprender ni valorar.

No se piense que los mexicanos renegamos de la parte española -y en mi caso galaico-portuguesa- llevamos en la sangre, sino que valoramos los factores que produjeron nuestro mestizaje, el aborigen y la negritud.
Vale.

Imagen. Mujer indígena preparando tortillas, estilo campirano mexicano. Fuente: youtube.